Cerró la puerta

[12/1/2003]

Cerró la puerta tras de sí. Allá afuera, sus pasos se apagaron en los charcos de lluvia.

Cerró la puerta con un golpe. Una vez afuera, corrió a lo largo de los charcos de lluvia.

Cerró la puerta sin piedad. Corrió por la calle, saltando de un charco de lluvia al siguiente.

Cerró la puerta sin mirar atrás. Tampoco se volvió luego, mientras corría por la calle mojada.

Cerró la puerta como si eso bastase para huir. Luego corrió bajo la lluvia.

Cerró la puerta, le pareció insuficiente y agregó dos vueltas de llave. Luego tiró la llave a un charco de agua y se fue caminando en dirección contraria.

Cerró la puerta como todos los días pero era la última vez. Sin mirar atrás, se alejó lentamente tratando de evitar los charcos de agua.

Cerro la puerta otra vez, como siempre. Salió a la lluvia, a caminar por los charcos del día.

Cerró la puerta, luego cerró la verja, luego cerró su mente a los recuerdos. A paso cerrado avanzó bajo la lluvia.

Cerró la puerta con suavidad, se arrepintió y la abrió para volver a cerrarla de un golpe. LLovía, pero después de pisar algunos charcos dejó de importarle.

Cerró la puerta luego de echar un último vistazo al interior. Como las gotas de lluvia que le cayeron en la cara, sólo pasaría por allí esa única vez.

Cerró y se fue. Llovía.

Author: Eduardo Abel Gimenez

0 thoughts on “Cerró la puerta

  1. Cerró la puerta despacio, tratando que no se despertase. Mientras se alejaba la lluvia en su cara ocultó sus lágrimas.

    Cerro la puerta lentamente, tal vez con inseguridad; pero se alejó caminando firmemente sin importarle que una baldosa floja le salpicara la ropa.

    Cerró la puerta y se quedó esperando allí, como decidiendo entre la brillante vereda mojada y la dura sequedad que dejaba. Optó por caminar.

    Cerró la puerta casi maquinalmente. No pensaba en irse. Ya había caminado dos cuadras cuando se dio cuenta que llovía.

  2. Cerró la puerta y, al darse vuelta la lluvia salpicó los cristales de sus lentes. A través de las gotas la realidad parecía otra. Decidió entonces seguir caminando sin abrir el paraguas.

    Cerró la puerta y suspiró con alivio. El ruido de la lluvia contra el piso le parecía un largo e ininterrumpido aplauso. Se fue caminando con una sonrisa en su rostro.

  3. Pense que era mujer por el dramatismo y la pasion, hacer las pausas justas y alejarse de todo es buenisimo( como si fuera una de esas peliculas que juegan a los antiheroes.)

  4. Cuantas puertas tiene esa casa !! porque monoambiente no es… y no me vengan conque la puerta era la de la heladera.

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