La Pera Grosera y el Pez Soez

Un día la Pera Grosera y el Pez Soez caminaban juntos por el bosque.

—M… —dijo el Pez Soez.

—P… —dijo la Pera Grosera.

Es que eran tan amigos y se conocían tanto que sólo necesitaban decir las iniciales de las palabras, y así se entendían.

—C… —dijo luego el Pez Soez.

—P… —dijo la Pera Grosera, pero se refería a una p… que no era la anterior.

—C… —dijo el Pez Soez, pensando, claro está, en una c… diferente.

—C… —dijo la Pera Grosera, que sin duda pensaba en algo distinto de las dos c… anteriores.

—L… —dijo el Pez Soez.

La Pera Grosera se detuvo en mitad de un paso.

—¿L…? —preguntó.

—L… —insistió el Pez Soez.

La Pera Grosera se quedó pensando, y luego agregó:

—Q…

El Pez Soez estuvo a punto de ahogarse de la sorpresa.

—¿Q…? ¿Q…?

—Q… —insistió la Pera Grosera.

Por unos momentos anduvieron en silencio, hasta que el Pez Soez agregó:

—Z…

—R… —dijo la Pera Grosera.

—K… —dijo el Pez Soez.

—N… —dijo la Pera Grosera.

—B… —dijo el Pez Soez.

—X… —dijo la Pera Grosera.

—S…

—H…

—W…

Fue el triste fin de una bella amistad.

Author: Eduardo Abel Gimenez

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