(Capturas de video. Mayo de 1991.)
Categoría: De viaje
Foto de turista en Rosario. (Abajo, un fragmento de la misma foto.)
En una plaza de Arequito (Santa Fe), su pueblo natal, frente a la ruta provincial 92, está el monumento a la Sole. Sí, a la Sole.
Sí, a la Sole.
(La foto es de mi mujer, Susanne.)
Junto al Monumento a la Bandera, en Rosario, hay un cañón imponente, amenazador, color verde oscuro, que apunta al río. Con la falta de respeto que uno ha ido aprendiendo a tener, me asomo a la boca para ver qué hay adentro. Está oscuro. Entonces se me ocurre sacar una foto con flash. Así, compruebo que el cañón todavía sirve para algo:
Y hablando de cañones, resulta que en Los Cocos, Córdoba, un lugar lleno de juegos y diversión, hay otro ejemplar, si no idéntico al de Rosario al menos muy parecido. El detalle: a alguien se le ocurrió la brillante idea de apuntarlo a un sitio de juegos infantiles. De esta manera, estoy seguro, los niños crecerán con una mayor conciencia de las condiciones que les depara el futuro:
(Los responsables del lugar no se hacen cargo de los accidentes. En cierto sentido, nada es accidente.)
En la ruta 9, saliendo de Córdoba hacia Villa María, hay una estación de peaje. Desde la cabina, un hombre cierra el paso, cobra, abre el paso, cierra el paso, cobra, abre el paso, cierra, cobra, abre. La placa que queda frente a mis ojos tiene escrito su nombre: DIEGO BARRERA.