Marcial Souto escribe sobre Jack Vance

[5/3/2002]

Marcial Souto vio la referencia a Jack Vance que hice hace un rato, y me escribe:

“Acabo de ver tu weblog y no puedo creerlo: ayer mismo estuve mirando el estado del ‘Vance Integral’. Qué sintonía. Y hace una hora hablé con una amiga argentina que vive en Londres y empezó a maravillarse con Vance después de leer Mundo azul: hace dos semanas me llevó a conocer Salisbury y me regaló Araminta Station.

“Me alegro muchísimo de que la música de ese hombre siga sonando en nuestras cabezas. Qué placer.”

[5/3/2012]

Seguimos siendo fans de Jack Vance, un gran escritor al que ni siquiera en el campo de la ciencia ficción se le da la atención que merece.

Vance cumplió 95 años hace unos meses. Lo último nuevo que publicó, hasta ahora, es una autobiografía:  This is me, Jack Vance! (2009).

El post de “hace un rato” está aquí en MW+X.

“Una desanimante realización lo invadió”

[5/3/2002]

“Una desanimante realización lo invadió.” Adivinanza: ¿qué idioma es ese?

Solución: castellano, nos asegura Domingo Santos, quien incluyó esa frase (y muchas semejantes) en su “traducción” de nada menos que “Los Pnume”, el cuarto libro de la Saga de Tschai de Jack Vance (Barcelona, Ultramar Editores, 1986). ¿Domingo Santos será una máquina? (Ver lo que anoté ayer sobre la traducción con máquinas.)

¿A quién le sobrarán mil doscientos dólares para que pueda comprarme la edición integral de la obra de Vance en su finísimo y elegante lenguaje original?

[5/3/2012]

Tener la edición integral de la obra de Vance (link todavía válido) fue y será un sueño irrealizable. Se vendió hasta 2004. Tal vez se consiga en algún lado, a precios astronómicos, pero en eBay, por ejemplo, no la encontré.

Los otros links: kaput. Van nuevos: Jack VanceDomingo Santos.

El post sobre traducción con máquinas también está aquí, en MW+X.

Hoy, 4 de marzo

[4/3/2002]

Hoy, 4 de marzo, mi hijo empieza la escuela primaria.

Ayer, 3 de marzo, hizo un año que nos mudamos al barrio de Belgrano.

Anteayer, 2 de marzo… No, nada. Fue el cumpleaños de Gorbachov y Tom Wolfe. Llegó otro aniversario del establecimiento por parte de Kennedy del embargo contra Cuba. Y también del nombramiento de Mandela como presidente del Congreso Nacional Africano. Festejaron los 441 años de la ciudad de Mendoza. Pavadas…

[4/3/2012]

Hoy, 4 de marzo, mi hijo está a dos años de terminar el colegio secundario.

Ayer, 3 de marzo, hizo once años que vivimos en Belgrano.

Anteayer, o no sé cuándo, los dos links dejaron de funcionar. Los dominios de todas las escuelas dejaron de terminar en “esc.edu.ar”: se eliminó el “esc”. Está bien, porque era un sistema demasiado complicado. Pero con esa sencilla ceremonia todos los links preexistentes se rompieron. Nuevo link.

También: el barrio en la Wikipedia.

Más y más spam

[4/3/2002]


La revista Business Week dice: “While the volume of e-mail sent increased 14% from November, 2001, to January, 2002, the volume of spam increased 46%, according to a survey by anti-spam technology company Brightmail, whose clients include 8 of the 11 largest U.S. ISPs. In January, Brightmail says, spam accounted for 11% to 26% of all e-mail traffic on the Internet. For some ISPs and corporations, spam makes up more than 50% of total e-mail.” (Vía Tomalak’s Realm.)

Guardo todo el spam que recibo (lo cual no es lo mismo que leerlo), en una carpeta especial. En los 63 días que lleva el 2002, esa carpeta acumuló 1.101 mensajes, y alcanzó un tamaño (en Outlook) de 20.585 K. En cambio, desde el 26 de noviembre de 1997 hasta el 31 de diciembre de 2001, más de cuatro años, sólo sumó 8.122 mensajes, con un tamaño total de 152.564 K. Hubo un crecimiento, ¿no? Esto no incluye el spam que llegaba a una cuenta que tuve en Hotmail para cuando estaba de viaje: la sustituí por otra, porque en una semana se ahogaba (todo el espacio disponible se llenaba de spam, así que no podían entrar mensajes nuevos), y nunca la controlé tan seguido.

[4/3/2012]

No es fácil encontrar buenas estadísticas sobre spam año por año, aunque algo hay. Por supuesto que la cantidad siguió subiendo.

En 2002 todavía no usaba mail en la Web, salvo esa mala experiencia con Hotmail. Hacía lo normal para la época: usaba Outlook, tenía todo el mail en mi computadora, y por eso podía guardar el spam (aunque no sé por qué lo hacía). Desde 2003, cuando apareció Gmail, me pasé ahí y no volví atrás.

Lo que puedo decir, entonces, es que en los últimos 30 días recibí 640 mails que Gmail consideró spam (número que incluye unos pocos que marqué a mano). Después de 30 días, Gmail los borra. También puedo decir que la vida es muy diferente con los filtros antispam, que se hicieron norma hace ya años.

El link de Business Week: bien. Tomalak’s Realm: existe, pero no hay contenido.

Traducciones de máquina

[4/3/2002]

Lograr que una máquina haga buenas traducciones es muy difícil. Aún más que lograr que lo haga un humano. En un artículo presentado por la Linguistic Society of America aparece este ejemplo, al que llama famous y old, para demostrarlo:

“The police refused the students a permit because they feared violence.”

Según el artículo, el they de la frase se refiere a la policía, no a los estudiantes. Por lo tanto habría que traducirla al castellano como:

“La policía negó un permiso a los estudiantes porque temía violencia.” (El artículo usa el francés como conejillo de indias.)

Y ahora viene lo divertido. Reemplazando “feared” por “advocated”…

“The police refused the students a permit because they advocated violence.”

… el they, dice el artículo, pasa a referirse a los estudiantes. Con lo que habría que traducir:

“La policía negó un permiso a los estudiantes porque abogaban por la violencia.”

Y sigue el artículo (traduzco probablemente mal): “El conocimiento requerido para llegar a esta conclusión no tiene nada de lingüistico. Tiene que ver con hechos cotidianos sobre los estudiantes, la policía, la violencia y las clases de relaciones que hemos visto entre estas cosas.”

Bueno, hay que admitir que tiene razón. Yo jamás hubiera imaginado que en el segundo caso el they tenía que referirse a los estudiantes y no a la policía. Y puedo creer que una máquina tampoco.

¿Algo más sobre la traducción mecánica? Sí.

Ya que estaba en tema, se me ocurrió probar la máquina de traducir que, por algún motivo, ofrece WorldLingo, que en realidad es un servicio de traducción humana.

Las primeras líneas de El otoño del patriarca dicen: “Durante el fin de semana los gallinazos se metieron por los balcones de la casa presidencial, destrozaron a picotazos las mallas de alambre de las ventanas y removieron con sus alas el tiempo estancado en el interior, y en la madrugada del lunes la ciudad despertó de su letargo de siglos con una tibia y tierna brisa de muerto grande y de podrida grandeza.”

Así quedan las mismas líneas, luego de traducidas al japonés y de vuelta al castellano: “Gallinazos los que se dependan del balcón de la casa del presidente entre el fin de semana destruye la red del alambre de la ventana a los peckes, se quita con ese y vuela con el tiempo cuando se continúa adentro adentro, la ciudad es grande al amanecer de lunes, a la tibia del greatness que murió, a las putrefacciones y al coma del siglo de la brisa suave que se despertó.” (La aparición de un par de palabras en inglés indica que la máquina, entre bambalinas, usa ese idioma como intermediario.)

De nuevo las líneas originales, pasadas por el coreano: “Al período del fin de semana por el balcón de la casa del presidente en él y y los gallinazos que deje, él destruye el acoplamiento del alambre de la originalidad a los peckes y bajo quitar la hora en que continúa adentro dentro del aire del río el resentimiento de la compañía que el amanecer de B y de lunes él ilustra el dado la tibia del greatness que se descompone y de él letargo del siglo que sucedió en la brisa suave.”

Estoy seguro de que García Márquez, cuya experimentación lingüística en el libro es mucho más limitada, estaría feliz de conocer estos resultados.

Como el inglés parece parte indisoluble de la máquina, seguí con un ejemplo en ese idioma: el comienzo del capítulo 1 de “The Lord of the Rings”. “When Mr. Bilbo Baggins of Bag End announced that he would shortly be celebrating his eleventy-first birthday with a party of special magnificence, there was much talk and excitement in Hobbiton.” (Debo reconocer un poco de maldad de mi parte. Entre otras cosas, no es justo endilgarle un eleventy a un pobre programa de computadora.)

Abusando de la paciencia de la máquina, sometí esas palabras a varias traducciones sucesivas: al castellano, de ahí al alemán, de ahí al francés, y por último de regreso al inglés. ¿Qué quedó? “If Mister.. Bilbo Baggins of the end of the funds announced that it would celebrate soon its first anniversary eleventy with implied magnificence in particular, there was much to carbonize him and fills with enthusiasm it in Hobbiton.”

Pobre Bilbo, carbonizado en su primer eleventy aniversario. ¿Habría eso ahorrado futuras desdichas, a él, a Frodo y los demás?

[4/3/2012]

¿Cuánto habrán mejorado las cosas en estos diez años? En World Lingo el resultado sigue siendo exactamente el mismo, así que no cambiaron de máquina.

Claro que ahora está Google Translate para socorrernos. El mismo fragmento de El otoño del patriarca, sometido al pasaje español > japonés > español, queda así: “Buitres en el fin de semana, rompiendo las ventanas de malla de alambre colocada en el balcón del palacio presidencial el pico, las alas para eliminar el tiempo estancado en el interior, cálido lunes por la mañana en el pueblo está muerto, se despertó de letargo de siglos con grandes vientos suaves y la corrupción masiva in.”

Es otra cosa, ¿no?

Sin explicación

[3/3/2002]

Un par de sitios que alguien, tal vez, podría tratar de explicar:

[3/3/2012]

“The really big button…” generó mucho movimiento. Vale la pena buscar en Google su nombre completo, entre comillas. 
“I found a duck” también recibió lo suyo en cuotas de interés.

Pero no parece que alguien haya encontrado explicación para ninguno de los dos.

El catálogo, historieta

[3/3/2002]

El catálogo. Empezó como un cuento largo que escribí en 1983 o 1984 (y que además canibalizó restos de una novela anterior). Hacia 1986 hicimos esta historieta, Douglas Wright y yo. Hasta ahora permaneció inédita (circulando en forma de fotocopias entre algunos amigos), de manera que publicarla aquí, en MágicaWeb, es toda una decisión. Son dos episodios de diez páginas, veinte páginas en total. Cada episodio aparece en dos versiones: baja resolución (para ver en la pantalla), y alta resolución (formato PDF, para bajar e imprimir). El que se inquieta aquí al lado es Seroscavar, protagonista de la historieta, todo un personaje.

[3/3/2012]

Los dos episodios de El catálogo están en Archive.org, en formato PDF:

Jorge Varlotta y el taxi sin chofer

[2/3/2002]

Jorge Varlotta me escribió sobre el taxi de ciencia ficción que mencioné el miércoles (sin chofer, a prueba en Gran Bretaña):

“En Montevideo, ese taxi de ciencia ficción sería desmantelado en pocas horas. Por los usuarios, quiero decir. Después sus partes aparecerían en distintas ferias barriales.”

A lo que agrega, esta madrugada:

“Después se me ocurrió que aquí se implementaría de un modo un poco diferente; en lugar de tarjeta para entrar y pagar, le pondrían un guarda gallego. Habría que pagarle justo porque no tendría cambio. Metería a ocho o diez pasajeros bien apretados en cada viaje. Pero no importaría, porque de todos modos el taxi no pasaría casi nunca, al menos de noche o a las horas pico. Eso sí, tendría una pantalla de televisión con el canal de la Intendencia. Y sonido muy fuerte. Que competiría con la radio del guarda. Y la del chofer, porque sin chofer, aquí, no.”

Algo que anoté una vez

[1/3/2002]

[1/3/2012]

Dos años después, en mayo de 2004, usé esta imagen para ilustrar la presentación de TamTam. (El link lleva al TamTam alojado en EducaRed global, donde le dieron ese aspecto. Desde principios de 2011 TamTam está inactivo, y creo que seguirá así. No se puede ver más la versión nuestra, que estaba en EducaRed Argentina.)

The Internet Archive

[1/3/2002]

The Internet Archive es un sitio que guarda miles de millones de páginas Web tal como fueron. Para mi total asombro, tienen por ejemplo el número 12 de Imaginaria, del 17 de noviembre de 1999. Y muchísimas otras cosas, que es posible buscar con la “WayBackMachine” desde la página inicial del sitio. Una maravilla, diría: la concreción de la “biblioteca universal” tan fantaseada… si no fuera por leyes de copyright demasiado restrictivas, como señala la revista Business Week.

[1/3/2012]

¡Ah, la nobleza de Archive.org! Los links funcionan, como no podía ser de otro modo. (También el de Business Week.) Diez años después Archive.org no solo sigue en pie: como la Wikipedia, fue ganando en relevancia. Además de la Way Back Machine (que ya nombré muchas veces en las notas que vengo escribiendo acá), permite subir cualquier tipo de archivo: video, imágenes, texto, música. El volumen de material que contiene es un universo en sí mismo. Tengo unas cuantas cosas ahí, como se puede ver al buscar resultados con mi nombre.

Con respecto a las guerras del copyright, el artículo de B.W. dice, entre otras cosas (Kahle es Brewster Kahle, el creador de Archive.org):

Lawrence Lessig, a Stanford lawyer who’s a critic of copyright laws, calls Kahle his “hero.” In his recent book, The Future of Ideas, Lessig outlines his view that publishing companies’ moves are endangering innovation and public access to creative works. Lessig is also the lead lawyer in a landmark case, Eldred vs. Ashcroft, that contests a 1998 law extending existing and future term limits on copyrighted works for 20 more years. The Supreme Court will hear the case in the fall.

La mala noticia es que Lessig perdió esa batalla. La extensión del período cubierto por el copyright siguió en pie. Si la Corte Suprema de Estados Unidos hubiese sido un poco menos conservadora de derecha, y considerando la influencia que ejerce ese país en la legislación sobre propiedad intelectual de todo el mundo, la tendencia sería a “vida del autor más 50 años” en vez de “vida del autor más 70”, y 75 años para las corporaciones en vez de 95; tal como era en EEUU hasta 1998. El artículo en general sigue bastante vigente, y es una lectura apasionante.